miércoles, 23 de abril de 2008
Tolero luego desisto
Tolerancia ante los comentarios
Sí, he recibido un comentario, probablemente de un convicto al que le permiten usar internet en la cárcel o quizá en una institución mental. La democracia exige que aceptemos las críticas y el famoso "disenso" de cualquier descerebrado que no haya visto lo que todo el mundo ya ha comprobado: la sobrada autoridad de este blog en materia de automovilismo ¡perdón! de ecología... a veces olvido de plano de qué trata esta red social ¡digo! blog.
El usuario, haciendo uso de las pocas palabras que domina del bello idioma de Cervantes y revelando una ignorancia supina, permite mirar muy de cerca cómo opera la mente de un monstruo, de un sicópata, quizá un terrorista miembro de las FARC y quién quita que de Al Qaeda. Esa mente perturbada dejó un comentario en esta entrada que no borro por mi sagrado compromiso con la tolerancia, con la ética pelética y los más caros valores de la deontología periodística (que no debe confundirse con la odontología que todo comunicador debe hacerse de vez en cuando, para cuidar su dentadura).
A ese comentarista vaya mi respetuosa réplica (porque me he exigido a mí mismo derecho a réplica por tan grosero rebuzno del lector y casi no me la doy de pura costumbre), en fin, aquí va mi réplica: "Comentarista, usted es un idiota". Con humildad y hasta cariño, se lo digo.
Sí, he recibido un comentario, probablemente de un convicto al que le permiten usar internet en la cárcel o quizá en una institución mental. La democracia exige que aceptemos las críticas y el famoso "disenso" de cualquier descerebrado que no haya visto lo que todo el mundo ya ha comprobado: la sobrada autoridad de este blog en materia de automovilismo ¡perdón! de ecología... a veces olvido de plano de qué trata esta red social ¡digo! blog.
El usuario, haciendo uso de las pocas palabras que domina del bello idioma de Cervantes y revelando una ignorancia supina, permite mirar muy de cerca cómo opera la mente de un monstruo, de un sicópata, quizá un terrorista miembro de las FARC y quién quita que de Al Qaeda. Esa mente perturbada dejó un comentario en esta entrada que no borro por mi sagrado compromiso con la tolerancia, con la ética pelética y los más caros valores de la deontología periodística (que no debe confundirse con la odontología que todo comunicador debe hacerse de vez en cuando, para cuidar su dentadura).
A ese comentarista vaya mi respetuosa réplica (porque me he exigido a mí mismo derecho a réplica por tan grosero rebuzno del lector y casi no me la doy de pura costumbre), en fin, aquí va mi réplica: "Comentarista, usted es un idiota". Con humildad y hasta cariño, se lo digo.
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Estimado Señor Nicador:
ResponderEliminarAunque percibo el claro resplandor del genio en su excelsas letras, aunque percibo los aplausos del panteón de los grandes (Leonardo, Einstein, Buda), aunque me encandila una sabiduría que casi merece una altar y misas dominicales... quisiera decirle que me parece que en la segunda oración de su obra maestra "Cómo no escribir lo inescribíble" usted, oh gran maestro, podría colocar tres puntos en vez de un solo punto, Claro, si su inconmensurable cerebro superdotado así lo concede. Se despide su más humilde servidor y admirador.